Me ilusioné contigo, me decepcioné de mí

El bienestar y la felicidad que sentimos son nuestra responsabilidad… ¡y también lo son las ilusiones que creamos! Aunque en algunas experiencias la responsabilidad por una decepción puede ser compartida, la mayor parte del tiempo nos sentimos desilusionados por lo que nosotros mismos proyectamos en nuestra imaginación con relación al otro.

Por eso, la intención aquí es que aprendamos a ver la realidad, a confiar más en nosotros y aceptar nuestra responsabilidad.

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