Aceptar no es estar de acuerdo con lo que no nos gusta.
Aceptar no es mostrar debilidad ni mediocridad.
Aceptar es tomar la realidad tal y como se presenta.
Y esto no está mal, nada mal… ¿Sabes por qué? Porque son muchos los beneficios de la aceptación:
- Como un recurso del alma para darle sentido a lo que racionalmente no podemos entender
- Como una vía para solucionar problemas
- Como un medio para integrar emociones suprimidas y reprimidas
- Como una manera para gestionar el estrés y el enojo
- Como una forma para soltar y dejar ir
- Como la clave para trabajar principios y finales
De esto y más estaremos hablando en la #Comunidad durante El Camino de la Aceptación, y compilaremos todo el trabajo del mes en nuestro Encuentro online mensual.