El fracaso duele, como toda desilusión, pero debemos darnos cuenta que no somos eso que fracasó. Seamos guardianes de nuestro espíritu y podremos adaptarnos a las nuevas posibilidades de ese momento.
Para poder ver este contenido debes tener una suscripción activa a la Comunidad. Te invitamos a Iniciar sesión AQUÍ para ingresar.