Cuando sentimos que “no damos más”, y este cansancio se manifiesta en el cuerpo o en las emociones, es momento de revisar el balance entre lo que nos piden, lo que damos y lo que recibimos.

¿Te animas a empezar a darte la atención y el tiempo que pides a otros para estar en equilibrio?

“Me quemé”: Cuando damos demasiado >>