Cuando elijo a quien no me elige

Cuando no nos sentimos suficientes, no somos elegidos. Esto sucede no solo con parejas, sino con padres, hijos, vínculos laborales…

Estamos tan definidos por la mirada de los demás, que en el intento de que el otro nos mire dejamos de ser nosotros mismos, nos perdemos de vista y nos transformamos en el personaje que la otra persona quiere que seamos, o lo que imaginamos que busca.

La solución a todo esto es revisar y fortalecer la relación con nosotros mismos, dejar de buscar la mirada del otro para sentirnos valiosos.

Título