Hay una cosa que debemos tener clara: si sentimos celos es porque creemos que tenemos posesión sobre algo o alguien. Y claro, cuando vemos perder esa posesión, entonces viene el malestar y aparecen los celos.

¿Pero cómo podemos empezar a desarmar la dinámica de los celos? Lo primero es desmentirnos (sí, a nosotros mismos) la idea de que poseemos al otro, y que a través de los celos, lo presionaremos y haremos que sufra, y que luego que sufra, lo convenceremos para que deje de hacer aquello que ha hecho para que nos sintamos mal.

También, existen quienes celan como una manera de seducir; sienten que, a través de esto, ganarán importancia. Por otro lado, están aquellos que buscan ser celados porque han aprendido que esa es la forma de sentirse valiosos. ¡Nada más autodestructivo!

Ahora bien, no significa que esté mal tener celos, de hecho, es imposible no sentirlos. Pero sí podemos ser más conscientes y estar atentos al momento que aparezcan, para elegir no ejecutarlos y que perjudiquen nuestras relaciones.

El desafío es estar siempre dispuestos a sentar las bases para construir un amor consciente, pleno, maduro, que si bien experimenta los celos, los detecta y deja pasar sin entrar en su juego peligroso.

Claves para crear vínculos sanos y auténticos

Un vínculo sano es aquel que se ha trabajado, requiere tiempo y dedicación. Podemos empezar a desarrollarlo a partir de determinar qué es lo sano para nosotros y qué es lo que necesitamos. En ese caso, es fundamental:

  • Reconocer nuestra responsabilidad en elegir qué hacer con lo que estamos sintiendo en ese momento. La idea no es castigarnos porque sentimos lo que sentimos, sino hacer algo diferente para que eso no nos perjudique.
  • Estar abiertos a conocer al otro tanto como nos conocemos a nosotros mismos. Hay personas que se ocupan demasiado en conocer a los demás y no se ocupan de sí mismos, pero también hay personas que tienen claro quiénes son y qué necesitan, pero no se dan el tiempo de conocer a la otra persona, sino que empiezan a asumir cómo es.
  • Darnos tiempo para crear un espacio de comunicación auténtica con el otro; dar a conocer la intimidad de mi corazón, y sobre todo, comunicar lo que nos pasa de manera clara.
  • Incluir la prudencia para saber a quién entregamos nuestra confianza.

¿Te quedaste con ganas de seguir aprendiendo y leyendo sobre cómo controlar los celos? Te invito a seguir haciéndolo en nuestra Comunidad, donde encontrarás muchas más lecciones, clases, meditaciones y muchas más herramientas disponibles. Se trata de un espacio de membresía que he creado para apoyarte a conectar contigo mismo, con el fin de que descubras, de manera consciente e intencionada, tu propósito de vida y puedas vivir en un estado de bienestar integral. Puedes suscribirte a la Comunidad aquí.