Todos tenemos una grandeza que nos define. Esta siempre va a buscar que florezca nuestra esencia en nosotros, pero cuando comenzamos a negarla, empieza a gritar de mil maneras y el resultado inevitable es que nos alejamos de nuestra autenticidad y de cumplir con lo que por destino hemos venido a ser.

¿Cómo se manifiesta entonces ese miedo a la grandeza? Precisamente, cuando dejamos de hacer cosas que sentimos propias y que nos producen gozo; comenzamos a escaparnos de situaciones que nos hacen bien y no confiamos en lo que podemos lograr.

Al no estar cumpliendo con nuestro destino, vamos sufriendo más. Y, en estos tiempos donde cada día comprobamos que la vida es efímera, corta y variable, no podemos vivir a medias ni apegarnos a algo externo que, creamos nos va a hacer felices, que no sea nosotros mismos.

Si reconocemos y usamos esa certeza que habita en nosotros, tendremos una percepción amorosa de la realidad, asumiremos los desafíos como una posibilidad para crecer, seremos más auténticos, espontáneos y creativos. Estaremos dispuestos a VIVIR.

¡Tomemos la decisión sobre nuestra propia vida ahora! Siempre estará a nuestro alcance comenzar a hacer eso que nos hace bien.

Cómo desarmar los miedos que me impiden brillar

La grandeza no tiene que ver con fama, fortuna, ni llamar la atención, sino con hacer lo que sentimos en el corazón, de ser fieles a nosotros mismos y reconocer nuestra libertad de elegir, y además, hacer uso de ella. ¿Cómo podemos ir cumpliendo con nuestro destino y disfrutar más la vida?

Animémonos a hacer lo que admiramos del otro. Cuando admiramos a alguien, en realidad, estamos reconociendo lo que nos gusta, pero quizás no nos animamos a hacer.

Después de reconocer lo que podemos hacer, preguntémonos cuál es el primer paso por el que podemos empezar. Una de las formas de boicotearnos es querer hacerlo todo de inmediato, eso nos detiene. La idea es hacer algo con lo que se tenga a mano, poner en marcha lo que hemos descubierto que podemos hacer.

No nos tomemos tan a pecho lo que nos sucede. Estemos abiertos a reirnos un poco más de nosotros mismos, de nuestros errores. Lo que imaginamos grave, en realidad no existe como tal, sino que es una mirada exagerada desde nuestros miedos.

Comencemos ahora con lo que tengamos, donde estemos. Con los recursos que haya será suficiente, no demoremos en hacer lo posible.

¿Te gustaría seguir aprendiendo cómo descubrir y hacer uso de tu poder personal? Te invito a regalarte un tiempo para aprender y crecer. En nuestra Comunidad, encontrarás una serie de lecciones, clases, meditaciones y muchas más herramientas disponibles. Se trata de un espacio de membresía que he creado para apoyarte a conectar contigo mismo, con el fin de que descubras, de manera consciente e intencionada, tu propósito de vida y puedas vivir en un estado de bienestar integral. Puedes suscribirte a la Comunidad aquí.