Lo hago todo por ti

Cuando vivimos siempre enfocados en hacer todo muy bien o con la necesidad de hacerlo todo por los demás, allí se esconde la herida de la humillación y el temor a sentirnos degradados y avergonzados.

¿Cómo se refleja esto en la relación con nosotros y con los demás? Solemos empezar a cuestionarnos y castigarnos con comentarios negativos, y por ende, también lo reflejamos en las personas que nos rodean.

Comencemos a identificar si esta herida está presente en nosotros para aceptarla y poder transformarla, y liberarnos.

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