Cansancio moral: estoy cansado de hacer el bien

La frustración que nos genera el sentirnos cansados moralmente, o que ya no tengamos fuerzas para ir en contra de la corriente, tiene que ver con la expectativa de lograr un resultado a partir de hacerlo bien, sobre todo, en un mundo donde no todas las cosas andan bien.

El peligro en todo esto es que nos vamos quedando sin ganas de actuar, dejamos de preocuparnos, de cuestionar, de condenar la corrupción, por ejemplo, o empezamos a justificar acciones con el simple hecho de que el otro las hace.

Revisemos internamente qué idea es la que nos está manteniendo en este estado de desgano, para transformarla y convertirla en algo más útil para nosotros, a pesar de lo que pase en nuestro entorno.

Título