Lecciones Diarias

Hay momentos en que el silencio nos dice lo que las palabras no pueden. Y allí suele haber verdades que necesitamos escuchar. Me daré el tiempo de visitar el silencio, un momento, antes de tomar una decisión.

Si alguien se aleja, lo dejaré ir. No esperaré comprenderlo. Al liberarte, me libero. Y pocas cosas se sienten más en paz que la libertad.

Invertiré un poco más de mi tiempo diario en agradecer lo que tengo, así no me tiento a malgastarlo en la queja, la frustración y esos fantasmas del miedo. Usaré la voluntad para sostener lo amable, lo más creativo, lo que nos alegra y nos hace bien.

Todos somos intuitivos, pero no todos prestamos atención. Escucharé lo que, en silencio, me dice el corazón. Es uno de los recursos más valiosos al que todos tenemos acceso.

Confío que en mi interior está la respuesta que me llevará a tomar la mejor decisión. Me detengo con humildad para escucharla.

A veces, nuestro problema al comunicarnos es que no escuchamos para comprender, sino para responder. Y nos ocupamos de lo que vamos a decir sin haber realmente prestado atención. Prestaré atención.