El enojo y el dolor físico nos alejan de nuestro centro y, con dolor o enojo, se nos hace difícil recobrar la paz. Por eso, en esta etapa vamos a trabajar específicamente en cómo la respiración puede suavizar ambos procesos, hasta que tomemos el control sobre ellos y no nos controlen.
Bevione2020-05-11T20:39:33-03:00