Somos los raros de la familia

Si hay algo que debemos tener siempre presente es que nuestra alma no estará quieta hasta que no hagamos uso de la personalidad de acuerdo con lo que diseñó como nuestro destino. Y eso no es más que aquello que se siente bien en nosotros, y no con los otros.

Renunciemos a buscar la aprobación de los demás, seamos protagonistas de nuestra individualidad y los primeros en animarnos a hacerlo diferente. ¡Somos algo más luminoso de lo que siempre hemos imaginado!

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