¡Qué bonito momento para recomenzar, agradecer y celebrar! Juntos hemos aprendido a liberarnos de los juicios que solíamos sostener y a vivir un poco más conectados a lo que somos realmente. Durante estos días, más que nunca, festejemos nuestra espiritualidad y tratemos de abrazarla como parte esencial de nuestro camino.