De ahora en adelante, vamos a comprometernos a tomar las mejores decisiones, que no serán perfectas, pero sí las que más están alineadas con nuestro destino y lo que anhelamos cumplir. ¡Comienza ahora con este ejercicio práctico!

Mi corazón se equivoca (la torpeza de la impulsividad)

¿Debo seguir siempre lo que me dice el corazón? Meditación para aprender a escuchar nuestro corazón