Hablemos de uno de los elementos que puede jugarnos en contra si no nos hacemos conscientes de ciertas cosas: la mente. La mente puede estar a favor del alma si estamos dispuestos, pero también puede hacer todo lo contrario, nos limitará y no seremos capaces de ver lo nuevo que está disponible para nosotros.

Y esto es lo que suele ocurrir cuando estamos frente a un problema; creemos que lo más difícil nos pasa a nosotros, nos encerramos en un victimismo que a veces lo justificamos tan bien, porque nos quedamos mirando sólo a quienes no les pasa lo mismo y entonces empezamos a cuestionarlo, y sobre todo, a cuestionarnos a nosotros mismos.

Tal vez no estés listo para leer esto, pero ya va siendo momento de que entendamos que, a veces, lo que nos está pasando en ese momento no es lo peor. No se trata de que nos pase algo terrible, se vuelve terrible porque, en la comparación, lo ponemos en un lugar exagerado y lo proyectamos en una pantalla gigante. Se podría decir que, en algunas ocasiones, lo pasamos mal por situaciones erróneamente interpretadas. En realidad, estas circunstancias difíciles son avisos de nuestra consciencia, diciéndonos que ya estamos listos para algo más o necesitamos romper con lo que estamos viviendo para evolucionar.

Qué hacer cuando todo está en tu contra

En los casos donde creamos que no nos puede ir peor, revisemos si percibimos que lo que nos pasa es grave porque lo estamos comparando con alguien más o con otro momento en nuestra vida, para darnos cuenta de que lo que pasa es una cosa y cómo lo sentimos es por la interpretación que estamos haciendo de eso. Por eso, es justo considerar algunos aspectos:

Auto-observación: se convierte en una tarea fundamental. No permitamos que una dificultad nos paralice, en lugar de escaparnos, vamos a observarnos y revisar nuestras emociones.
Autocontrol: no significa resistirnos a algo, sino controlarnos y querer conscientemente estar en paz.
Comprender que puede salir mal: entender que las cosas pueden no salir como esperamos en todo momento. De esta manera, nuestra mente dejará de tener resistencia y estaremos más dispuestos a buscar la resolución, en vez de quedarnos en la angustia.

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