Me he ido de boca muchas veces. Sin filtro, puse en palabras lo que mi corazón no sentía, pero mi ego quería decir. He atacado y me he defendido. Y en ambos casos, luego me he arrepentido.

Hasta que aprendí a hacer silencio antes de hablar. A ser el primero en escuchar lo que diré antes que lo escuchen otros oídos. Y también a sentir lo que voy a decir. Si no me siento bien de solo decirlo, ¿cómo creo que se puede sentir quien me escuche?

Y así, fui dejando que pasara por el corazón, y no por mi estómago, lo que expreso. No tengo la mente tan pura como para no tener pensamientos dañinos, aún están allí. Pero ahora los escucho y lo dejo pasar. Que no salga nada de mi boca por un rato y seguro llegará al corazón. Y luego podré elegir qué expresar o cómo hacerlo.

Esto me ha traído un regalo: escuchar a los otros con el corazón. Si lo que me dices lo paso por mi estómago, es posible que te ataque o me defienda. Pero cuando llega al corazón, despierta algo mejor: puedo ser comprensivo y amable. Y se abre un mundo nuevo que antes no había conocido.

Aprendí a escucharme y, al hacerlo, también puedo escucharte mejor. Y no importa lo que yo me diga o escuche de ti, puedo estar en paz.

Julio.

¡Vuelven los Spiritual Boot Camps a Estados Unidos!

Desde el 30 de abril al 2 de mayo en Casa San Carlos, Delray Beach, Florida

Para regalarnos un fin de semana de reflexión, trabajo interno y claridad, de la mano de Bevione. Con prácticas de meditación, respiración, charlas y diálogos, iremos desarrollando y fortaleciendo nuestra inteligencia espiritual para sostener nuestra paz interior.