Puede que sea en nuestras relaciones, en el trabajo, en nuestra economía o la salud. Pero debemos aceptar que el desbalance ocurre cuando estamos en proceso de evolución. Y siempre estamos evolucionando. Y siempre habrá algún desbalance.

Tendemos a pensar en los desbalances como un error; o la inestabilidad como un mal síntoma.

En la medida que reconozcamos que siempre estamos cambiando y con ellos hay inestabilidad, nos será más fácil entender porqué el balance en todos los niveles de nuestra vida puede ser una utopía. Al menos por ahora.

El verdadero aprendizaje no es lograr la mayor estabilidad a nuestro alrededor sino alcanzar estabilidad interior más allá de la inestabilidad exterior. Sólo así habremos alcanzado la paz.

De otra manera, luego de algún esfuerzo por cambiar algo o alguien fuera de nosotros, lograremos acondicionar nuestra realidad para no tentarnos a perder la paz, controlando lo que nos pasa. Pero esto será perecedero y nunca suficiente.

Aceptar la inestabilidad que ocurre fuera de nosotros, es el primer paso para lograr la estabilidad interior.

Y cuando nuestro interior cambie, eso se reflejará afuera. Y el círculo del aprendizaje quedará completo, para seguir con un nuevo aprendizaje…

Aceptar, no manipular ni forzar. Ésa es la clave.

Extraído del libro “Aceptación. Vivir en paz”