Hace unos días, comencé a sentir un olor raro en mi auto. Lo ventilé, levanté alfombras, pero nada cambió. Esta semana, buscando algo en el baúl, encontré un mango que se había caído cuando fui a la verdulería. Se había quedado tan escondido que no lo pude ver… hasta olerlo.

Esta mañana, comentando esta historia con un amigo, le decía ¿cuántas veces tenemos un mango que no podemos ver y creemos que el problema es del auto, pero… ¡es el mango!

No somos nosotros, sino algo que quedó en nosotros, que se venció y nos avisa que no va más, por eso comienza a “oler mal”. Puede haber sido una decisión, un comentario que no nos gustó pero lo dejamos pasar o algo que necesitamos pero no atendimos en su momento.

A veces se nos hace muy difícil encontrar la razón por la que no nos sentimos bien, estamos incómodos o, aun cuando todo parece estar bien, algo “huele mal”. El olor del mango pasado de días de madurez no era malo, no era tóxico, pero tampoco me dejaba disfrutar del paseo.

Por eso, si algo no se está sintiendo bien, busquemos donde tenemos el mango vencido. Y volvamos a tomar una nueva decisión si la que tomamos antes no fue la que realmente queríamos, pongamos orden allí donde sabemos que tenemos que ordenar o, simplemente, soltemos esa idea caprichosa que “apesta” de solo pensarla. Porque el problema no somos nosotros, pero está en nosotros. Y la solución puede ser tan simple como animarnos a buscar (y sacar) lo que está vencido

Julio

¿Cómo prepararnos para los tiempos que están por venir?

Desarrollando conciencia e inteligencia espiritual
Desde marzo a noviembre de 2021, Bevione compartirá su primer programa de formación de la nueva “Escuela de Inteligencia Espiritual” para ayudarnos a comprender lo que somos y nos pasa, desde una mirada más profunda, y poder acompañar a otros en sus procesos de vida. ¡Ya quedan pocos cupos disponibles!

Puedes escribir a [email protected] o visitar la página para conocer más.

Si tienes alguna duda, escribe a [email protected] y Ari o Adri estarán encantadas de apoyarte